jueves, 29 de marzo de 2012
La Sangre en la Halajá - Halajá en la Parashá - Tzav
¿Cuál sangre está permitida y cuál está prohibida?
¿Sangre de pescado está permitido ingerir? y ¿sangre humana?
Y ¿cómo se hace con sangre en los huevos?
Halajá en la Parashá, Parshat Tzav compartido por Bentzy Shemtov.
La Torá y el Vegetarianismo: http://www.youtube.com/watch?v=Ph8daYmhZT4
miércoles, 28 de marzo de 2012
martes, 27 de marzo de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
jueves, 22 de marzo de 2012
Rosh Jódesh
Rosh Jódesh
Preceptos y Conceptos del Judaísmo
Por el Rabino Eliezer Shemtov
El sábado que viene es un
Shabat especial. Además de ser también Rosh
Jódesh, comienzo de un nuevo mes, está denominado como Shabat Hajódesh, el Shabat de “el mes”, debido al hecho que se lee
en la Torá - además de la lectura semanal - sobre el mandato divino de fijar
los meses de acuerdo al ciclo lunar.
Sistema Lunar
La primera Mitzvá que el
pueblo judío recibió de D-os, estando todavía en Egipto, fue la de fijar el mes
de la salida de Egipto como el primer mes del año y marcar el tiempo según el
ciclo lunar[1].
Con el “nacimiento de la luna nueva” comienza el nuevo mes en el calendario
judío.
En la época en que existía
el Templo se traía sacrificios especiales en honor al día.
Hoy en día se conmemora
principalmente por medio de liturgias especiales[2].
¿Por qué es tan importante
qué punto de referencia se usa para contar el pasar del tiempo como para que
sea el primer precepto que D-os le haya ordenado al pueblo judío?
Nuestros sabios explican
que en realidad en este primer mandato está la “Declaración de Principios” del
pueblo judío. El pueblo judío no habrá de ser un pueblo más, sino un pueblo diferente. Mientras los demás pueblos
cuentan el tiempo según el ciclo solar, el pueblo judío contará el tiempo según
el ciclo lunar, ya que el sol y la luna representan sus respectivos roles y
razones de ser.
Una de las diferencias
entre el sol y la luna es que el sol irradia luz propia, mientras que la luna
ilumina por medio de una luz reflejada. Los demás pueblos cuentan el tiempo
según el sol ya que aspiran a mostrar su grandeza, mientras que el pueblo judío
cuenta el tiempo según la luna representando el hecho que su razón de ser es
vivir una vida que refleje la voluntad y grandeza de D-os. Los demás pueblos
aspiran a vivir de acuerdo a su verdad, mientras que el pueblo judío aspira a
vivir de acuerdo a Su verdad.
“Nacimiento” de la luna
En la literatura talmúdica
y halájica, el momento exacto de la reaparición mensual de la luna - en
Jerusalem - se llama el Molad, o
“nacimiento” de la luna.
Cabe preguntarse por qué
denominarlo “nacimiento” si la luna no muere ni nace. De hecho, la luna es
igual durante todo el mes, hasta que su luz es igual durante todo el mes; es
nada más que en relación a su posicionamiento vis-a-vis nosotros que vemos más
o menos de su luz. ¿Por qué hablar de “nacimiento” de la luna?
La respuesta:
El sol y la luna fueron
creados ambos con el propósito de iluminar la tierra[3]. Esa es
su razón de ser. Si no cumplen con su función es como si no estuvieran.
He aquí una enseñanza muy
importante.
Nuestra razón de ser como
pueblo y como integrantes del pueblo judío es iluminar al mundo con la luz de
la Torá. Si no lo hacemos, por más que físicamente estemos, es como si no
estuviéramos. Realmente no estamos si no cumplimos con nuestra
función primaria.
Un pueblo lunar
Una noche durante la
segunda semana de cada mes salimos a la calle a bendecir la luna nueva. En una
de las plegarias mencionamos la similitud que hay entre el pueblo judío y la
luna: tal como la luna mengua y crece, del mismo modo, el pueblo judío, aunque
esté abatido, volverá a crecer y a recuperar su luminosidad.
Históricamente, la 15ª
generación desde nuestro patriarca Abraham, la generación del Rey Salomón -
correspondiendo al 15ª día del ciclo lunar - fue una época en la cual “la luna
estaba en su plenitud”. Fue en ese entonces que se construyó el primer Templo
de Jerusalem y el pueblo judío gozó de un período de tranquilidad, seguridad e
influencia sin par. Será igualada nuevamente cuando la “luna se llene de
vuelta” con la llegada del Mashíaj.
El Calendario
El intervalo entre un “nacimiento”
de la luna y el siguiente dura exactamente 29
días 12 horas 44 minutos y 31/3 segundos. Dado que no se puede tener
un mes con días fraccionados, alternamos entre meses de veintinueve días y de
treinta días.
Antiguamente,
cuando existía el Beit Hamikdash y el Sanhedrín funcionaba, el nuevo mes se
establecía por medio de dos testigos oculares que vinieron a Jerusalem a
prestar testimonio ante la suprema corte quien, consecuentemente, determinaba
si anunciar o no el nuevo mes. No es que no sabían cuándo ocurría el nacimiento
de la luna; es que se necesitaba la consagración del mes por medio del
testimonio de dos testigos “constituyentes”. Si no aparecían dos testigos el
día 30, automáticamente, se trasladaba el comienzo del nuevo mes al día 31.
Hoy en
día, al carecer de una Sanhedrín facultada para determinar los meses, usamos el
calendario consagrado en Jerusalem por medio de Hillel II[4].
Año Embolismal
Dado que el año lunar
tiene un promedio de 355 días (que causalmente es el valor numérico de la
palabra Shaná o año) y el año
solar tiene 365 días, resulta que las fechas, fijadas por la luna, se van corriendo unos diez días por año con
relación a las estaciones, fijadas por el sol.
Siendo que la Torá nos
encomienda que observemos siempre la festividad de Pésaj en la primavera boreal[5],
agregamos un mes cada dos o tres años para compensar la diferencia. Ese año
está denominado Shaná Meuberet (año
“preñado”) o año embolismal.
La enseñanza para la vida:
Todas las Mitzvot que
hacemos para iluminar al mundo se dividen en dos tipos: aquellos que, como el
sol, son constantes, y aquellos que, como la luna, son cambiantes.
Cada uno de los dos tipos tiene
una ventaja y una desventaja. Las constantes, si bien no motivan tanto como las
esporádicas, están profundamente arraigadas. Las esporádicas motivan mucho,
aunque nos están tan profundamente arraigadas.
La enseñanza del año
embolismal es que debemos buscar la manera de fusionarlos, o sea introducir la
cualidad de cada uno en el otro. Debemos buscar novedad y frescura en los
preceptos constantes y debemos buscar constancia en la innovación.
Un ejemplo de cómo
introducir la ventaja “lunar” en un acto “solar”:
Colocamos los Tefilín diariamente sobre el brazo y la cabeza para subyugar nuestros sentimientos y pensamientos al servicio de D-os. La manera de introducir frescura en ese acto diario es pensar cada día en alguna idea o sentimiento personal específico que necesita ser sublimado... La tarea de subyugar es constante (sol); lo que subyugar es cambiante (lunar).
Un ejemplo de introducir la cualidad “solar” en las actividades “lunares” sería buscar constantemente propuestas novedosas para transmitir el mensaje del judaísmo.
Colocamos los Tefilín diariamente sobre el brazo y la cabeza para subyugar nuestros sentimientos y pensamientos al servicio de D-os. La manera de introducir frescura en ese acto diario es pensar cada día en alguna idea o sentimiento personal específico que necesita ser sublimado... La tarea de subyugar es constante (sol); lo que subyugar es cambiante (lunar).
Un ejemplo de introducir la cualidad “solar” en las actividades “lunares” sería buscar constantemente propuestas novedosas para transmitir el mensaje del judaísmo.
Este artículo es un
ejemplo.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Reformismo vs. Jasidismo
El reformismo y el jasidismo son los dos movimientos bastante nuevos, pero hay una grán diferencia entre ellos...
lunes, 19 de marzo de 2012
El Engaño - Halajá en la Parashá, Parshat Vayikrá
Está prohibido engañar, pero ¿que exactamente es el engaño?
Halajá en la Parashá, Parshat Vayikrá compartido por Bentzy Shemtov.
viernes, 16 de marzo de 2012
Purim en Bermudas de Pantalones - Un Diario
Purim en Bermudas de Pantalones
Un Diario por Bentzy Shemtov
Hace unos meses atras fuimos enviados, yo con mi amigo Yossi Goldberg de Brooklyn, de las oficinas centrales de Jabad en Neuva York a Bermudas (uno de los países más chicos del mudo con una superficie total de 53 km2 y 67.8 mil habitantes de los cuales más o menos 150 son judíos extranjeros que vienen por unos años para trabajar con compañías extranjeras) a visitar a los judíos locales.
El Rebe nos enseño que cada judío es familia y por la familia no solo nos preocupamos sino que también nos ocupamos. Es por esto que todos los veranos norteamericanos, cuando los estudiantes de ieshivá tenemos unas semanas "libres", el rebé anterior instituyó que se vaya a visitar a judíos que viven es ciudades remotas donde no tienen acceso a una comunidad "organizada" y/o a un rabino para ver en que se les puede asistir, físicamente así como espiritualmente.
Fue esta visión y misión que me llevo hace unos meses atras a Bermudas y a Jamaica. (Para ver diarios y fotos de esas visitas hace clic acá, acá y acá).
Parece que nos portamos bien por que hace unos dos meses recibimos un mail de la tesorera de la peqeeña comunidad judía de Bermuda pidiéndonos si podemos venir para organisar las actividades de Purim para los los judíos locales, y esta ves ellos cubrirán todos los gastos.
Fue nuestro honor poder aceptar la invitación y pocas semanas después estuvimos en un avión rumbo a Bermudas por segunda ves.
Estuvimos en Bermudas por 6 días durante los cuales organizamos 4 actividades. He aquí un pequeño diario de las mismas.
Nuestra primera actividad fue una cena de shabat en la casa de una familia local. Hay bastante comida básica kasher en Bermudas pero el pollo, los aznei haman (video) y la gran parte de la comida que comimos durante nuestra estadia tuvimos que traer desde Brooklyn.
Yossi rezando la plegaria matutina en el avión, viernes a la mañana.
¡Bienvenidos a Bermudas!
Apenas llegamos fuimos a la casa de la familia local en la cual se iba a llevar a cabo esa noche la cena de shabat.
La mesa pronta para hacer el kidush (foto sacada antes de la puesta del sol).
Esa noche celebramos, junto a centenares de miles de judíos alrededor del mundo, la terminación del estudio de Rambam.
Shabat estuvo muy lindo. A la cena vinieron 12 adultos y 5 niños. Comimos, hablamos, cantamos... Ah! ¡No hay nada como una mesa de Shabat!
Bermudas..
Desayunando de los "bienes importados" el domingo a la mañana.
¿Existe un buen evento judío sin buena comida?
De a poco empezó a llegar la gente... ¡Grandes y chicos!
Nacido en Brooklyn, colocandose los tefilin por primera vez en Bermudas! |
Empezó el programa. Después de un saludo y un corto mensaje de Purim, el desfile de disfrases de los chicos.
¡Happy Purim!
Aunque todavía no es Purim, un lejaim está siempre bienvenido...
La actividad del Domingo estuvo muy linda. Con la participación de más de 50 personas (casi el 50% de la populación judía local) fue realmente un evento que pocos se olvidarán. Mucha energia y mucha alegría.
El lunes y martes tuvimos tiempo para visitar a los judíos locales en sus casas, comercios o oficinas. Aquí con un medico judío que recién se mudo a la isla desde Hawaii (parece que le gustan las islas :)).
El martes fuimos a la otra punta de la isla a ver si encontramos algún judío, quizás turista... En el camino perdimos una kipa (véase el video) .
Por ahora no venden kipot en Bermudas así que un lindo gorro fue la solución...
Yossi mirando el mapa en el barco.
Preparando la cena (antes que se me voló la kipá..)
El martes a la tarde hicimos un programa para los chicos en el cual aprendieron acerca de purim y crearon sus propias matracas.
Miércoles a la noche... ¡Purim! ¡Vengan todos a escuchar la meguilá y a decir un lejaim!
Para aquellos que llegaron después de la lectura principal, Yossi lee la meguilá de nuevo.
Después de la lectura de la Meguilá, a celebrar!
Preparando Mishloaj Manot (los regalos de comida) para repartir.
Jueves de mañana fuimos a leer la Meguilá a lo de nuestro amigo Matt.
En la era del ipad 3 Haman no está más y nosotros seguimos leyendo la meguilá, inclusive en Bermudas...
Tefilin en camino al aeropuerto...
En una isla tan chica pensarias que la gente se la conoce toda, pero...
Después de una mañana de corridas leyendo la meguilá, repartiendo Mishloaj Manot, colocando tefilin con la gente, nos tomamos un vuelo hacia New York (menos de 2 hs. de viaje) y llegamos antes de la puesta del sol, donde nos lavamos las manos para la cena de Purim.
Chau Bermudas. Hasta pronto. Fue un Purim inolvidable. Esperamos que pudimos enseñar tanto como aprendimos. ¡Te extrañaremos!
jueves, 15 de marzo de 2012
Las 39 Actividades Prohibidas en Shabat y sus Implicancias Prácticas
¿Qué está prohibido hacer en Shabat?
¿Por qué no andar en auto en Shabat?
¿Por que no usar electricidad en Shabat?
Un video sobre las 39 "Melajot", trabajos, prohibidos en Shabat y sus implicancias prácticas.
Halajá en la Parashá parshat Vaiakhel por el rabino Bentzy Shemtov.
lunes, 12 de marzo de 2012
La Honestidad
La Honestidad
Preceptos y Conceptos del Judaísmo
Por el Rabino Eliezer Shemtov
Cuentan[1]
de Alejandro Magno que fue a visitar un país lejano. Al llegar, pidió ver cómo
funcionaba la justicia en ese país.
Lo
invitaron a presenciar un caso.
Entran
dos hombres y el primeo plantea su caso:
Compré
un campo de este señor y encontré allí una caja llena de diamantes. Fui a
devolverle la caja, ya que le compré un campo y no un tesoro, y no me lo quiere aceptar.
“¿Ud.,
qué dice?” preguntó el juez al otro hombre.
Yo le
vendí al campo con todo lo que contiene. Si encontró un tesoro es de él.
Aljandro
Magno no pudo creer lo que estaba presenciando. Miró al juez para ver cómo
fallaría.
“Dígame,”
dijo el rey al primero. “¿Tienes hijos?”
Sí. Tengo
un hijo.
¿Y Ud.?
Preguntó al otro.
Sí.
Tengo una hija.
Pues,
sugiero que sus hijos se casen entre sí. De este modo el tesoro quedará en la familia.
Una vez
concluido el juicio, el rey pidió la palabra.
No puedo
creer lo que acaba de ver, dijo.
¿Por
qué, juzgué mal? ¿Cómo fallarían en su país?
En mi
país, mataríamos a los dos y el gobierno quedaría con el tesoro.
Dígame,
dijo el juez al rey. ¿Llueve en su país?
Si, por
supuesto, dijo el rey.
¿Sale el
sol en su país?
Por
supuesto.
¿Tienen
animales en su país?
Claro.
Pues,
debe ser en mérito de los animales que el sol sale y la lluvia cae…
¿Hasta
qué punto debe uno ser honesto?
Nuestros
sabios enseñan que el “sello” de D-os es la verdad[2].
¿Qué quiere
decir?
La
respuesta está en la estructura de las palabras hebreas por verdad y falsedad, Emet
y Shéker, respectivamente.
La palabra Emet
se compone de la primera letra del alfabeto hebreo, seguida por la letra del
medio y concluida por la última letra del alfabeto. A su vez, cada letra tiene
dos pies. Esto nos enseña que algo que es verdad es siempre verdad desde el
principio hasta el final y cada detalle de la verdad puede sostenerse solo. En
contradistinción, la palabra hebrea por falsedad, Shéker, se compone de
tres letras que vienen juntas al final del alfabeto hebreo, y cada letra tiene
un sólo pie. Esto enseña que una mentira no perdura mucho y necesita de más
mentiras para sostenerse ya que cada detalle en sí caería. El sello de D-os es
la verdad, ya que, como la verdad, está en todas partes y perdura para siempre.
La Torá nos
prohíbe engañar en una transacción comercial, tanto con judíos como quienes no
lo son. Si tengo un auto a la venta y nadie puede darse cuenta que había
chocado, tengo la obligación de informarle al potencial comprador del hecho.
Abundan las
historias que nuestros sabios nos cuentan para enfatizar la importancia y el
valor de decir la verdad siempre, aunque aparentemente no convenga.
Excepciones
Las
excepciones que encontramos a esa regla son:
1)
Está
permitido cambiar los hechos para lograr o mantener la paz;
2)
Está
permitido mentir para salvarse la vida.
Un ejemplo
que encontramos de una mentira para salvar la paz es con Aharón, hermano de
Moisés, que buscaba siempre reconciliar a los que estaban en conflicto.
Si se
enteró de dos personas que estaban peleadas, se acercaba a uno y le decía mira
que fulano realmente quiere reconciliarse contigo pero no se anima ser el
primero por miedo a que lo rechaces. Fue y dijo lo mismo al segundo. Como
resultado, cuando se encontraban los dos en la calle se abrazaban y se reconciliaban,
gracias a la “mentira” de Aharón.
En cuanto a
mentir para salvarse la vida, no hace falta explicar demasiado…
Quiero no
obstante compartir una historia estremecedora que ocurrió durante la segunda
guerra mundial.
El Rebe y
su esposa se encontraban en Paris. Cuando los nazis tomaron Paris ordenaron un
censo de todos los habitantes de la ciudad. Uno de los habitantes de la
vivienda del Rebe respondió “ortodoxo” a la pregunta “¿Religión?”. Cuando el
Rebe volvió a casa y se enteró de esto fue a la oficina de registro para
aclarar que era judío ortodoxo, para que quede claro que “ortodoxo” no
se refería a la religión “ortodoxa rusa”… No quiso renegar de su condición de
judío aunque sea meramente en los registros nazis y aunque estuviera poniendo
su vida en peligro…
Cuando un
amigo te pide una opinión sobre una compra, ¿debes decir la verdad o lo que
quiere escuchar?
Depende. Si
todavía no hizo la compra debes decirle lo que opinas verdaderamente. Una vez
que hizo la compra, y no lo puede devolver, debes decirle que está muy bien.
De hecho,
hay una discusión en el Talmud[3] entre Beit Shamai y Beit
Hillel en cuanto a qué decir delante de una novia en su boda. Beit Shamai dice
que hay que decir la verdad. Beit Hillel dice que hay que decir que es linda.
Explican nuestros sabios que la opinión de Hillel no es que hay que mentir,
sino que de hecho es linda… para su novio. O sea, es una verdad desde cierto
punto de vista.
Hay un
dicho que dice que un tonto dice toda la verdad, mientras que un sabio no
miente. Hay que saber a veces - sin mentir - no decir una verdad que puede herir
gratuitamente.
El Soborno
Encontramos
que la Torá (Exodo 23:8) prohíbe explícitamente que un juez acepte soborno en
un juicio, aun para juzgar correctamente, “porque el soborno cegará los ojos de
los sabios y torcerá las palabras de los justos”.
Hay muchas
historias en el Talmud de jueces que se recusaron porque sintieron que uno de
los litigantes les haya hecho un favor que puede tener el efecto del soborno.
Efectos secundarios
Había una
vez un jugador que se arrepintió de su conducta y quiso cambiarla, ya que había
causado mucho daño a su familia con lo que gastaba en el juego. Le resultó muy
difícil mantener su resolución, ya que era adicto.
Desesperado,
fue a consultar con su rabino quien le dio el siguiente consejo. “Nunca digas
una mentira.” El hombre no pudo entender cómo esto lo iba a ayudar, si su
problema era otro.
A poco rato
se dio cuenta de la sabiduría del consejo. Si iba a jugar, al volver a casa le
iban a preguntar dónde estaba. ¿Qué iba a decir? Decir la verdad iba a causar
mucho enojo, tampoco pudo mentir…. Así que fue la verdad lo que lo salvó de su
problema.
No es
siempre fácil decir la verdad y a veces es difícil no decirla. Para eso hace
falta sabiduría y sensibilidad para con el prójimo.
Para más acerca de este tan importante e interesante vea el video "Permiso para Mentir", acá.
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