viernes, 15 de marzo de 2013

El Rabino



El Rabino
Por el rabino Eliezer Shemtov

En ocasión de la histórica visita al Uruguay este fin de semana del Gran Rabino del Reino Unido, Sir Jonathan Sacks, Shlita.

Diego decidió un día probar la comida en McDonalds.

Al día siguiente, el Rabino lo llama y le pregunta: “¿Bist Meshugue? (¿Estás loco?) ¿Qué estabas haciendo comiendo en McDonald’s?”

“Rabino, tranquilo. ¿Ud. me vio comer en McDonalds?”

“Si.”

“¿Me vio encargar la comida?”

“Si.”

“¿Me vio pagarla?”

“Si.”

“¿Me vio sentarme en la mesa y comer un cheeseburger?”

“Si, Si,” contestó el rabino, irritado.

“¿Cuál es el problema, entonces, si todo fue hecho bajo supervisión rabínica?”

¿Cuál es el rol del Rabino comunitario? ¿Es el rabino el policía de D-os que busca rezongar y hacer sentirse culpable a la gente que está en infracción con la ley de la Torá?

Veamos algunos aspectos del rol y la tarea del Rabino

¿Quién es un Rabino?

El título “Rav”, maestro, es conferido, hoy en día[1], por una autoridad halájica a aquel que tiene la integridad personal y ha estudiado Talmud y Halajá lo suficiente como para poder ser un guía espiritual y tomar decisiones halájicas.

¿Cuál es la tarea de un Rabino y cuáles son sus cualificaciones?

Antes que nada el Rabino debe ser un estudioso de la Torá quien sabe aplicar la ley y sabiduría judía a cualquier circunstancia de la vida que se le presente. Obviamente, no debe tener las respuestas a todas las posibles consultas; alcanza con saber cuándo no las tiene y saber dónde encontrarlas.

Una condición sine qua non es que tenga Irat Shamaim, o sea temor a D-os. El objetivo de su labor y enseñanzas debe ser transmitir lo que D-os quiere y no lo que sea más cómodo para él o para su comunidad. Debe ser sensible a lo que pasa en el mundo en el cual se encuentra, no para que éste le marque el camino, sino para poder aplicar la ley correctamente y saber explicarla en un idioma que la gente pueda entender.

“En nuestra comunidad lo consideramos un milagro cuando D-os le hace caso al rabino,” dijo Moishe a su amigo Daniel.

“Pues en la nuestra, lo consideramos un milagro cuando el rabino le hace caso a D-os...,”

La tarea del Rabino no es ser el “religioso” de su congregación, sino el que más conoce de la Torá y cómo aplicar sus enseñanzas en la vida cotidiana.

Debe responder a la Halajá. No puede dar soluciones creativas que no estén amparadas por la Halajá. (De ahí que el término “Rabino Secular” es una contradicción de términos. Un Rabino representa la palabra de D-os, mientras que el término “secular” implica todo lo contrario...)

Las responsabilidades del Rabino hacia su comunidad

El Rabino tiene la tarea de ser la cabeza espiritual de la comunidad. Así como la cabeza percibe las realidades y guía al cuerpo de acuerdo a lo que entiende, del mismo modo, el Rabino debe tener la capacidad de percibir lo que es lo mejor para su comunidad y guiarlos hacia ese camino. El Rabino, igual que la cabeza, tiene también la tarea de vitalizar y sensibilizar a su comunidad por medio de sus enseñanzas e iniciativas educativas.

El Rabino debe querer a su comunidad. Debe estar obsesionado con su bienestar material y espiritual. Debe saber motivar a los dirigentes para que hagan lo que hace falta para que la comunidad esté cada vez más fuerte en todo sentido y debe saber acompañar a cada individuo en los distintos momentos de la vida.

Hay muchos ejemplos de comunidades que fueron revividos por medio de los rabinos que les llegaron y supieron inspirar y motivar.

Responsabilidades de la comunidad

La comunidad tiene la responsabilidad de apoyar y acompañar al Rabino en sus iniciativas.

Hay que respetar al Rabino y darle el lugar y el prestigio que le corresponde a su autoridad.

“La cara del perro”

Dicen nuestros sabios[2] que una de las señales de que el Mashíaj está por llegar es que “la cara de la generación es como la cara del perro”.

Hay varias explicaciones al respecto, entre las cuales, una negativa y otra, positiva:

1) Del mismo modo que el perro anda delante de su amo pero constantemente mira para atrás para ver hacia dónde va y cambia su rumbo acorde, así también los líderes en esa época andarán “adelante”, pero cambiando de rumbo de acuerdo a las preferencias de sus “votantes”;

2) Cuando uno tiene un rebaño, los perros corren por todos lados para asegurar que ninguna oveja se desvíe y se pierda. Del mismo modo, los líderes en ese entonces deberán ocuparse de muchas cosas, corriendo de acá para allá, asegurando que el rebaño no se disperse....

Ejemplos

Nuestros sabios nos cuentan cuál fue la prueba de fuego por la cual Moshé, el primer “Rabino” del pueblo judío fue considerado apto por D-os para ocuparse de Su rebaño.

Moshé estaba pastando las ovejas de su suegro, Itro. De repente, una de las ovejitas se escapó del rebaño. Moshé se dio cuenta y empezó a perseguirla. Finalmente llegó a un río y la ovejita se acercó a tomar agua. Cuando terminó, Moshé la levantó y cargándola sobre sus hombros, la trajo de vuelta al rebaño.

“Esa es la clase de persona que es apta para dirigir a Mi pueblo,” dijo D-os. “El que tiene la dedicación personal a cada individuo, hasta al más marginado.”

En muchas ocasiones, el Rebe contó la siguiente anécdota para demostrar el grado de sensibilidad que un líder judío debía tener.

El fundador de Jabad, Rabí Schneur Zalman, y su hijo Rabí Dovber vivían en la misma casa, en dos pisos diferentes. El poder de concentración de Rabí Dovber fue notorio. Solía dedicar largas horas al estudio durante las cuales ignoraba lo que pasaba a su derredor.

Cierta vez, mientras estudiaba, su hijo se cayó de la cuna y empezó a llorar. No se dio cuenta. Al rato bajó el abuelo, levantó al chico, lo tranquilizó y lo acostó en la cuna. Rabí Dovber no estaba al tanto de nada.

Más tarde, Rabí Schneur Zalman le llamó la atención a su hijo: “No importa cuan ocupado estés con lo que sea, nunca debes ser indiferente ante el llanto de un niño…”

“Hay muchos judíos hoy en día que han caído de su cuna del judaísmo,” señaló el Rebe. “La responsabilidad principal del Rabino es escuchar ese llanto y traerlos de vuelta a la cuna.”
 


[1] El proceso de conferir autoridad rabínica, conocida como “Semijá”, ha pasado históricamente por distintas etapas y criterios. Es un tema muy interesante cuya extensión excede los confines de este espacio.

[2] Talmud, Sotá, 49b

Originalmente publicado en el Semanario Hebreo

miércoles, 13 de marzo de 2013

Leyes Prácticas de Pesaj

Leyes Prácticas de Pesaj

Video #1


Video #2


Temas tratados:

-El mes de Nisan
-La Matzá Shmurá
-Las preparaciones a Pesaj
-¿Qué exactamente es Jametz(y qué no lo es)?
-¿Cómo se prepara la cocina para Pesaj?
-La búsqueda del Jametz

Video #3


Temas tratados:

-La Kasherización de la cocina 
-La Búsqueda del Jametz
-La venta el Jametz
-El ayuno de los primogénitos
-Las preparaciones al Seder


jueves, 7 de marzo de 2013

La Angustia



La Angustia

Por el rabino Eliezer Shemtov

Isaquito llega a la nueva ciudad y entra al bar para pedir una cerveza. Luego de tomarla, agarra la botella y la tira contra el barman. Pide disculpas y expresa su remordimiento. Lo mismo sucede la segunda vez que va al bar y la tercera. El barman no está dispuesto a soportar semejante conducta y le prohíbe la entrada hasta que no se haga una terapia. Pasan seis meses y aparece Isaquito con una nota de su psicólogo atestiguando que efectivamente hizo la terapia necesaria y está curado. El barman le accede al pedido de una botella de cerveza. Al terminarla, agarra la botella y la tira contra el barman.

“Y, ¿eso?” preguntó el barman, incrédulo. “¿No es que habías hecho terapia?”

“Es cierto,” dice Isaquito.

“Pero continúas  tirando botellas. ¿Para qué te sirvió la terapia?”

“Lo que pasa es que ahora no siento culpa ninguna...”  

Entre los padecimientos más prevalecientes en nuestra generación de abundancia y confort están – paradójicamente - la tristeza y la depresión. Hoy en día hay más gente con mayores libertades personales que nunca para hacer lo que quiere, pero… sigue infeliz.

Algunos datos: En los EEUU, la venta de antidepresivos, un mercado con valor billonario, subió en unos 400% en las últimas dos décadas. Uruguay es el país de América Latina con mayor tasa de suicidio#.

¿Qué dice el judaísmo – y en especial el jasidismo - al respecto?

Para entender el tema hay que empezar por distinguir entre la tristeza y la depresión. La tristeza es una señal de sensibilidad. Uno está  triste cuando percibe que las cosas no son como deberían ser. Peor que estar triste por haber hecho algo indebido, o haber perdido algo valioso, es no sentir nada. La depresión, por otro lado, es un síntoma de la insensibilidad, de la parálisis emocional. La tristeza es producto de una percepción correcta que lleva a la acción; la depresión es producto de una percepción errónea y lleva a la inacción.

La tristeza lleva a mayor vitalidad; la depresión lleva a la muerte.

Causas de depresión

En su libro fundacional de la filosofía de Jabad, el Tania[1], Rabí Schneur Zalman habla de las distintas causas de depresión y cómo lidiar con ellas.

Para empezar, hay que tomar en cuenta que la depresión es el resultado no tanto de la realidad como de la percepción de la realidad. Al redefinir la percepción de la realidad, desaparece la depresión en forma automática.

En general hay tres tipos de situaciones que provocan los pensamientos depresivos:

1)   Una carencia en la situación material de uno, su salud o la de su familia.

Cuando a uno le falta dinero para pagar sus cuentas, si no goza de buena salud o si tiene un hijo enfermo, D-os libre y guarde, es muy común y entendible que esté deprimido.

2)   Transgresiones y pecados cometidos.

Una de las causas que provocan la depresión es el sentimiento de culpa que uno siente por su comportamiento indebido para con D-os o para con el prójimo.

3)   La lucha incesante contra el instinto negativo.

A veces la depresión nace por la falta de capacidad de erradicar el instinto negativo de uno. Cuando uno se concientiza del hecho de que constantemente desea hacer lo prohibido, puede llegar a deprimirse por ello, pensando que debe ser una persona muy baja si no puede erradicar su deseo de hacer cosas tan bajas.

Tres tipos de recontextualización

Cada una de las causantes mencionadas se puede superar por medio de una técnica de recontextualización diferente.

En la primera situación, uno puede lograr la alegría al pensar que no pasa nada en el mundo sin que D-os lo desee así. Como vimos la semana pasada, hay dos tipos de bondad. Está la bondad que podemos percibir y está la bondad superior que trasciende nuestra capacidad de apreciar. Al entender que todo lo que nos pasa es para nuestro beneficio, y cuanto menos entendemos el beneficio tanto más elevado es este, ayuda a que no nos deprimamos y que podamos seguir adelante con alegría.

En la segunda causa, hay que pensar: ¿De dónde viene este pensamiento, de repente? ¿Es un remordimiento genuino o es nada más que una maniobra del instinto negativo con el objetivo de deprimirme y hacerme vulnerable frente a las tentaciones y los desafíos de la vida? Si fuera un remordimiento genuino debería poder pensar en ello cuando yo quiero, y no cuando no quiero. La técnica es decirle al pensamiento que vuelva más tarde, en tal día a tal hora para ser “atendido”. De mientras no hay que prestarle atención para que no impida que uno lleve adelante la misión de su vida con alegría.

Para el tercer motivo, el autor del Tania propone una técnica muy interesante. Dice que pensar que uno debe poder eliminar sus  deseos negativos, proviene no de su sensibilidad espiritual sino del ego, creyéndose de gran nivel espiritual, ya que solamente los Tzadikim, la gente justa y perfecta, pueden liberarse totalmente no sólo de expresar el mal, sino también de siquiera desear hacer el mal. La gran mayoría de nosotros no podemos ni se espera que podamos liberarnos del deseo de hacer el mal; lo que está a nuestro alcance es controlar el deseo para no darle expresión en el pensamiento, el habla o la acción. Cada vez que le vienen las ganas de hacer el mal, uno debería estar contento de que tiene la posibilidad de cumplir con la voluntad de D-os al hacer frente y controlar su instinto negativo.


Ansiedad, culpa y autoestima baja

Se me ocurrió que dichos tres escenarios engloban también el abanico más amplio de factores que llevan a la angustia. Uno se puede angustiar por uno (o más) de tres motivos: 1) la ansiedad por lo que le pasó o le pasa; 2) el sentimiento de culpa por lo que hizo o hace; 3) la autoestima baja por lo que piensa que es.

Es por medio de la concientización de que todo viene de Arriba que uno puede ver la realidad de otra manera y seguir adelante con alegría y motivación.

La humildad

Un factor muy importante en la batalla contra la depresión es la humildad. Cuanto más humilde es uno, tanto más contento está con lo que tiene y menos triste por lo que no tiene. Ya que sin la humildad uno se cree acreedor de mucho más de lo que tiene, mientras que con la humildad uno se cree menos acreedor y por lo tanto afortunado por lo que sí tiene.

Aclaración

Todo lo antedicho es aplicable para una persona sana que tiene que superar su tristeza. No supone sustituir la atención médica en caso de que sea necesaria.




[1] Caps. 26-34.


Originalmente publicado en el Semanario Hebreo