miércoles, 27 de febrero de 2013

Actitudes



Actitudes

Por el rabino Eliezer Shemtov

Hay una idea generalizada que según el judaísmo, mientras cumples con los “rituales”, no importa tu actitud para con el prójimo. “No importa que seas un animal en los negocios, mientras seas un ángel en la sinagoga,” opina esta escuela de pensamiento.

No hay nada más lejos de la verdad.

Según nuestros sabios[1], Dérej Eretz Kodmá Latorá, o sea, los buenos modales vienen antes de la sabiduría.

Cuanto más “religioso” es uno, tanto más exigente debe ser consigo en cuanto a su comportamiento para con el prójimo.  

“El que la gente es agradada por él, D-os es agradado por él,” dicen nuestros sabios[2] como regla general.

Veamos algunas de las actitudes que el judaísmo nos exige en cuanto al comportamiento para con el prójimo:

El enojo

“El que se enoja es como si adorara ídolos,” declaran nuestros sabios[3].

“No hay que enojarse con alguien sin avisarle por qué.[4]

El agradecimiento

Uno de los valores importantes y a menudo difícil de cumplir es Hakarat Hatov, o el reconocimiento del bien recibido de otro.

Veamos hasta qué punto llega esa sensibilidad. Las primeras tres plagas fueron activadas por medio de Aharón, hermano de Moshé, a diferencia de las demás que fueron activadas o por medio de Moshé o por medio de ambos. La razón por la cual Moshé no participó en la activación de las tres primeras plagas, sangre, ranas y piojos, es porque él había obtenido protección del Nilo cuando su madre lo colocó allí en una canasta y la tierra lo protegió cuando enterró al egipcio que estaba atacando a uno de los esclavos injustamente[5]. No correspondía pegar a aquellos que le salvaron la vida por más que se trataba de agua y tierra, seres inconscientes. Mucho más es así cuando uno obtuvo un beneficio de un ser humano, poseedor de libre albedrío y sentimientos.

La sonrisa

Recibe a toda persona con buena cara[6].

Inclusive, hay que esforzarse por ser el que inicia el saludo[7].

La dignidad

Una de los valores importantes en el judaísmo es cuidar el honor del prójimo.

“Debes valorar el honor de tu prójimo igual que el tuyo,” dicen nuestros sabios en Pirkei Avot[8].

A tal punto es valorado esto en el judaísmo que nuestros sabios nos dicen[9] que aquel que se honra con la humillación de su prójimo, no tiene lugar en el mundo venidero…

Una de las señales de que uno es sabio es que no interrumpe a su amigo mientras habla[10]. Escucha hasta el final y piensa su respuesta antes de responder[11].

La obligación de proteger la confidencialidad de lo que alguien te dice en confianza implica no repetirlo hasta que no te lo autoriza expresamente.

La honestidad intelectual

“El que dice algo en nombre de su autor, trae redención al mundo.”[12] La prueba está en la historia de Purim. Fue gracias a que Esther le comentó al rey Ajashverosh - en nombre de su fuente, Mordejai - sobre el complot en contra de él, que eventualmente se dio vuelta la historia al darse cuenta el rey de que no se lo había recompensado.

Dar reconocimiento a la fuente de sabiduría de uno no es señal de debilidad, sino de inteligencia y de integridad.

Otra señal de la honestidad intelectual es saber decir “no sé”. El gran comentarista bíblico, Rashi, en unas cuantas oportunidades dice que no sabe el significado de tal o cual versículo. No hace caso omiso de su ignorancia al respecto.

La generosidad

La generosidad no se mide simplemente por la cantidad que uno da, sino también y principalmente por la actitud que acompaña la donación.

Cuentan de uno que tenía un dolor en el corazón. Cuando llegó el médico le agarró la mano para ver el pulso.

“Doctor, no me duele la mano, me duele el corazón,” dijo el hombre. “¿Por qué me está revisando la mano?”

“Lo que sucede es que puedo saber qué pasa en tu corazón al ver qué pasa con tu mano…” aclaró el médico.  

El Talmud señala[13] que el que da una moneda al pobre merece seis bendiciones, mientras que el que lo aplaca con palabras merece once bendiciones. Vemos aquí el valor de la actitud además de las acciones.

Los celos

En cuanto a la envidia encontramos dos fuentes talmúdicas que parecen contradecirse.

Por un lado dice[14] que “la envidia – como también el odio y el afán por el placer – eliminan al hombre del mundo”.

Por otro lado encontramos[15] que “la envidia entre sabios aumenta la sabiduría”.

De hecho, hay dos tipos de envidia. La envidia constructiva es la que admira los logros del otro y moviliza a tratar de emular y hasta superarlo. Es la así llamada “competencia sana”.

La envidia destructiva es la que mira al otro de reojo y no soporta el hecho de que el otro tenga lo que tiene. No aspira a tener lo que tiene el otro, aspira a que el otro no tenga lo que tiene.

Cuentan de un carnicero que vino a consultar con el Rabino por una duda relacionada con la Kashrut de un animal recién faenado. El Rabino analizó el tema y llegó a la conclusión de que no era Kasher. Esto implicó una importante pérdida para el carnicero, pero lo aceptó respetuosamente.

Unos días después tuvo un pleito con un amigo y vinieron ante el rabino para que les resolviera la disputa. El Rabino falló a favor del amigo. El carnicero se enojó y empezó a insultar al Rabino.

Cuando finalmente se fueron, los alumnos que estaban presentes en ambos casos le preguntaron al Rabino a qué se debía que en el primer caso, cuando la pérdida fue muy significativa, aceptó el fallo sin problema, mientras que en el segundo caso, en el cual la pérdida era mucho menor, se enojó.

“Es muy sencillo,” dijo el Rabino. “No le molestó el hecho de que perdió; le molestó el hecho de que el otro ganó…”

Nuestros sabios resumen el tema de la envidia de la siguiente manera. En cuanto a los logros materiales, uno debe mirar a quien tiene menos y estar satisfecho con lo que tiene; en cuanto a los logros espirituales, debe mirar a quien tiene más y aspirar a superarse.

Dar consejos

Hay que tener mucho cuidado cuando alguien viene a pedirte un consejo para asegurar que el consejo tome en cuenta únicamente el beneficio del otro y no el de uno[16]. En caso de que haya conflicto de intereses, debe recusarse.

Lo mencionado arriba es nada más que una muestra. Un buen lugar para empezar a conocer la visión judía de las actitudes es en el primer libro del Mishné Torá de Maimónides, Hiljot Deot.

Estimado lector: La semana que viene completaremos, S.D.Q., el primer centenar de artículos de esta serie. Para seguirla, necesito sugerencias de temas de Ud., querido lector. Por favor enviarlas a rabino.shemtov@jabad.org.uy.



[1] Vaikrá Rabá, 9:3
[2] Avot, 3:1
[3] Rambam, Deot, 2:3
[4] Ialkut, Behaalotejá 739
[5] Rashi, Exodo 7:19, 8:12.
[6] Avot, 1:15
[7] Avot, 4:15
[8] Avot, 2:13
[9] Ierushalmi, Jaguigá, 2:1
[10] Avot, 5:7
[11] ibid
[12] Avot, 6:6
[13] Bava Batra, 9b
[14] Avot, 4:21
[15] Bava Batra, 21a
[16] Levítico, 19:14. Rashi, ibid


Originalmente publicado en el Semanario Hebreo

viernes, 22 de febrero de 2013

Purim III


Purim III

Por el rabino Eliezer Shemtov

El próximo sábado de noche festejamos Purim en conmemoración de la salvación del pueblo judío del decreto de aniquilación diseñado por el primer ministro persa, Hamán, en el año 357 a.e.c.

Todas las fechas conmemorativas en nuestro calendario las observamos por su actualidad además de su significado histórico, como expresamos en la bendición previo al encendido de las velas de Janucá, como también previo a la lectura de la Meguilá en Purim: “Bendito eres tu, D-os nuestro D-os, rey del universo, quien ha hecho milagros a nuestros antepasados en aquellos días en este tiempo”. O sea, en Purim recordamos los milagros del pasado como también nos concientizamos de los milagros que experimentamos en la actualidad. No hace falta ir tan lejos para ver la actualidad de la historia de Purim cuando vivimos nuevamente bajo la amenaza del “primer ministro” de Persia (Irán), con un nombre muy similar a su antecesor...

Estamos confiados en que de la misma manera que D-os nos ayudó en aquel entonces, también en esta ocasión mereceremos que nos ayude a triunfar.

Cabe detenernos a reflexionar sobre cuál fue la estrategia empleada - exitosamente - por los líderes del pueblo judío en aquel entonces, para aplicar las lecciones a nuestra actualidad.

Identificación de la causa

El libro de Esther que leemos en Purim documenta todos los acontecimientos de aquel entonces. Es el único libro de los 24 libros del Tanaj en el que no aparece el nombre de D-os explícitamente. Toda la historia parece ser un suceso de acontecimientos naturales e intriga palaciega que nada tenían que ver con la intervención Divina.

Pero al leer la historia cuidadosamente uno puede identificar una “mano” detrás de todos los acontecimientos “naturales”. De hecho vemos que cuando Mordejai le pidió a Esther que vaya a hablarle al rey para abolir el decreto, aunque implicaba poner su vida en peligro, ella accedió con la condición de que todo el pueblo judío debía ayunar durante tres días y tres noches, y también ella iba a acompañar el ayuno.

¿Qué tiene que ver el ayuno nacional con ir a interceder ante el rey? Además, ¿no se supone que para hablar con el rey debería estar en sus mejores condiciones físicas? ¿Acaso ayunar tres días seguidos agrega a destacar la belleza de una mujer?

Nuestros sabios explican que Esther entendió que lo que ocurre en el plano terrenal es un reflejo de lo que ocurre en el plano espiritual. El hecho de  que el pueblo judío se encontraba vulnerable físicamente era resultado de su vulnerabilidad espiritual. Ella entendió que antes de intentar arreglar el tema en el plano terrenal había que arreglarlo en el plano espiritual. Una vez que el pueblo judío tomara conciencia de eso e hicieran Teshuvá acompañado por el ayuno, ella estaría en condiciones de intentar arreglar el tema “políticamente”.

Efectivamente, la Meguilá nos cuenta que después de que Esther le habló al rey para invitarlo a un segundo banquete privado junto a Hamán, se perturbó el sueño del rey. Nuestros sabios explican que el rey a que se hace referencia es el Rey del Universo. O sea, D-os mismo se “despertó de su sueño”. En las enseñanzas jasídicas se explica que el “sueño de D-os” es nada más que un eufemismo que describe el comportamiento de D-os que refleja el nuestro. Cuando nosotros nos dormimos en nuestra relación con D-os, D-os mismo se manifiesta como “dormido”. Cuando el pueblo judío se “despertó” lograron “perturbar el sueño” del Rey del Universo...

Esto asienta el antecedente de que cuando uno se encuentra en aprietos, debe preocuparse por fortificarse espiritualmente a la vez que toma medidas de solución en el plano terrenal.

(Me imagino que muchos saltarán a preguntar ¿y qué pasó en el Holocausto? La única respuesta que tengo al respecto, por ahora, es: “No sé”. Pero lo que no sabemos no puede anular lo que sí sabemos.)

Emborracharse

El Talmud# declara que uno tiene obligación de tomar tanto vino en Purim hasta que no sepa discernir entre “Bendito es Mordejai” y “Maldito es Hamán”.

Hay distintas opiniones halájicas en cuanto a cómo cumplir con dicho precepto en la práctica, que van desde los que opinan que la obligación consiste en tomar tanto hasta que uno quede bien embriagado, hasta la opinión que dice que uno debe tomar más de lo que está acostumbrado para que tenga sueño y duerma y de esa manera no estará en condiciones de discernir entre “Bendito es Mordejai” y “Maldito es Hamán”.

Encontramos una opinión muy interesante al respecto que me gustaría analizar aquí hoy.

Hay que tomar tanto vino hasta no darse cuenta que la Guematria (el valor numérico) de las palabras Baruj Mordejai (Bendito es Mordejai) es igual al de las palabras Arur Hamán (Maldito es Hamán).

Surgen varias preguntas al respecto:

1) Cuando uno está borracho es incapaz de hacer cálculos mucho más sencillos. ¿Por qué se usa como prueba justamente ese cálculo?

2) Generalmente, cuando dos palabras tienen el mismo valor numérico, implica que hay una relación “interior” entre ellos. ¿Qué relación “interior” puede haber entre el Bendito Mordejai y el Maldito Hamán?

El Rebe da la siguiente explicación:

El vino representa el aspecto “vitivinículo” de la Torá, la parte secreta de la Torá, o sea la Kabalá y el jasidismo. Al llenarse con ese aspecto de la Torá, uno llega a ver el secreto de las cosas y verá que aun aquel que parece ser un “Maldito Hamán”, tiene el potencial para llegar a ser un “Bendito Mordejai”. No debemos mirar las cosas y la gente simplemente por lo que parecen ser, sino por lo que pueden llegar a ser y ayudarlos a llegar a realizar su potencial.

Las Mitzvot de Purim
Los obligaciones concretas de Purim son:
  1. Escuchar la lectura de la Meguilá una vez de noche y otra vez de día;
  2. Matanot LaEvionim: Dar dádivas  por lo menos a dos pobres;
  3. Mishloaj Manot: Mandar dos tipos de comida por lo menos a un amigo;
  4. Seudat Purim: Comer un banquete festivo durante el día.

Todos estos preceptos tienen como objetivo expresar la unión del pueblo judío, posible gracias a la esencia común a todos.

Hay quienes tienen la costumbre de disfrazarse en Purim. La razón es porque en la historia de Purim D-os se había “disfrazado” y en Purim, como consecuencia del hecho de que los judíos de aquel entonces habían sacado su “disfraz” para reafirmar su condición esencial, lograron que D-os sacara Su disfraz.

Purim empieza este año el sábado 23 de febrero al anochecer y termina el domingo 24 al anochecer.

Por más información, visite nuestra página: www.jabad.org.uy

Originalmente publicado en el Semanario Hebreo

domingo, 17 de febrero de 2013

jueves, 14 de febrero de 2013

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miércoles, 13 de febrero de 2013

Los Sueños



Los Sueños

Por el rabino Eliezer Shemtov

Egon tuvo el mismo sueño tres noches seguidas y estaba muy consternado. La esposa le preguntó qué le pasaba a lo que respondió que tuvo un sueño recurrente muy preocupante.

“¿Con qué soñaste?” preguntó la mujer.

“No puedo decir,” dijo el esposo.                                       

“¿Por qué no?” preguntó.

“Porque sería blasfemia,” respondió.

Pasaron los días y finalmente le reveló el contenido de sus sueños. “Soñé con que D-os había muerto,” dijo con trepidación. “¿No es preocupante?”

“Los sueños son producto de nuestros pensamientos. Debes haber pensado en eso durante el día y por eso lo soñaste de noche.. No te preocupes,” le aseguró la mujer.

“El tema es que hace años que no pienso en D-os…”

¿Qué significado tienen los sueños? ¿Son vaticinios del futuro o simplemente productos de nuestra imaginación?

Dijo Rabí Shmuel bar Najmeini en nombre de Rabí Ionatan: Sólo se le muestra a uno en sus sueños de lo que pensó durante el día[1].

El Talmud[2] trae dos historias interesantes al respecto. Una de ellas:

Le dijo el rey de Persia a Shmuel: Dicen que los uds. son muy sabios. Dígame ¿con qué voy a soñar?

Contestó Shmuel: Verá que vinieron los romanos, lo llevaron cautivo y lo obligaron a moler semillas de dátiles en un molino de oro.

Concluye el Talmud: Lo pensó durante todo el día y de noche soñó con eso.

Interpretación de los sueños

Encontramos, no obstante, otras opiniones al respecto:

Dijo Rav Jisda[3]: Un sueño sin interpretar es como una carta sin leer. (O sea, el significado del sueño depende de su interpretación.)

También dijo: Ni el sueño bueno se cumple totalmente ni el sueño malo se cumple totalmente. Una pesadilla es mejor que un sueño positivo[4].

Dijo Rabí Iojanan en nombre de Rabí Shimón bar Iojai[5]: Así como no hay trigo sin paja, de la misma manera no hay sueños sin pavadas.

Dijo Rabí Levi[6]: Uno debe esperar hasta veintidos años para que se cumpla un sueño positivo.

Dijo Rav Huna[7]: a una persona justa le muestran un sueño malo y a una persona mala le muestran un sueño positivo. Rashi explica que la razón es porque el sufrimiento que causa el sueño malo que le muestran a la persona buena lo libera del sufrimiento en el mundo venidero, mientras que la alegría que el sueño positivo le causa a la persona mala lo descuentan de la recompensa en el mundo venidero.

El Talmud cuenta cómo hacer para neutralizar un sueño cuyo contenido le preocupa (Hatavat Jalom), como también qué hacer en el caso de tener un sueño sin recordarlo (pronunciar una plegaria especial en el momento de la bendición de los Kohanim).

Antecedentes bíblicos

El libro de Génesis nos relata sobre varios sueños y sus interpretaciones que jugaron un papel importante en los albores de nuestra historia como pueblo, entre ellos: 1) el sueño de Iosef en el cual soñó con las once juntas de trigo que se arrodillaban a la suya y nuevamente con el sol, la luna y once estrellas  arrodillándose a su estrella[8]; 2) los de los ministros faraónicos de la panadería y del vino con sus respectivos sueños e interpretaciones[9]; 3) los del Faraón con su famoso sueño con las siete vacas gordas y siete vacas flacas seguido por el sueño con las  siete espigas gordas y las siete espigas flacas[10].

El Talmud deduce de dichos sueños reglas en cuanto a cómo determinar si un sueño contiene información verídica o no y trae diferentes significados de lo que podemos llegar a ver en el sueño. Esto es siempre y cuando uno no pensó durante el día en lo que terminó viendo en el sueño.

El Talmud[11] cuenta de uno que tenía dudas en cuanto a determinado dinero que había heredado de su padre. Soñó con su padre diciéndole que en tal y tal lugar había tanto y tanto y que era Maaser Shení, o sea el “segundo diezmo” que había que gastar únicamente en comida para ser consumida en Jerusalém. Encontró la cantidad de dinero en el lugar indicado y los sabios le dijeron que los sueños “no cortan ni pinchan” y puede gastar el dinero como cualquier dinero común y corriente y no se tomaba en cuenta el hecho de que el padre haya indicado que era Maaser Shení, aunque en los otros detalles fue como dijo.

En resumen:

Encontramos que hay tres tipos diferentes de sueños: 1) verdaderos; 2) burladores, que a menudo son consecuencia de la comida que comió antes de dormir; 3) reflejos de lo que uno pensó durante el día (¿Será que Freud estudió Talmud?). Hay que saber determinar qué clase de sueño es para saber qué hacer al respecto.

Taanit Jalom

Que se toma en serio a los sueños se ve en el hecho de que si alguien tuvo una pesadilla cuya contenido le preocupa se le aconseja que haga un día de ayuno. Este ayuno es denominado Taanit Jalom, o ayuno por el sueño. Tan importante es este ayuno que se permite realizarlo en Shabat, aunque generalmente se posponen los ayunos comunitarios que coinciden con Shabat para no violar la obligación de deleitarse en Shabat. (Después debe ayunar otro día para expiarlo por haber ayunado en Shabat…)

Visión jasídica

En los Salmos[12] encontramos una descripción de nosotros en el exilio “como si fuéramos soñadores”.

¿Por qué nos comparan con soñadores?

Nuestra realidad actual es comparable con el sueño por todas las contradicciones que vemos. Lo que tiene el sueño es que la realidad puede cambiar de un extremo al otro instantáneamente. Más, uno puede despertarse del sueño y encontrarse con otra realidad de la que experimentó en su sueño. Del mismo modo, por más que nuestra realidad puede parecer muy lejos de lo ideal, no debemos desesperarnos ya que puede suceder que instantáneamente nos “despertemos” y en lugar de la realidad del exilio estaremos frente a la realidad de la redención.

Protección contra las pesadillas

Entre las cosas que nos protegen contra las pesadillas está el recitado de Shemá Israel antes de acostarse a dormir. También ayuda tener Mezuzot Kasher colocadas donde corresponde.

En conclusión, quisiera compartir un dicho que escuché en nombre de mi abuelo con respecto a soñar: “No importa que seas soñador, siempre y cuando mantengas los ojos abiertos”…

Originalmente publicado en el Semanario Hebreo



[1] Talmud, Berajot 55b
[2] Berajot, 56a
[3] Talmud, Berajot, 55a
[4] Porque lleva a la persona a hacer Teshuvá. (Rashi, ibid)
[5] Talmud, Berajot, ibid
[6] Talmud, Berajot 55b
[7] ibid
[8]
[9]
[10]
[11] Sanhedrin 30a
[12] 126:1



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El Valor de los Sueños por Bentzy Shemtov


miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Sefaradí o Ashkenazí? (III)




¿Sefaradí o Ashkenazí? (III)

Por el rabino Eliezer Shemtov

Veamos hoy algo sobre algunos de los grandes protagonistas Ashkenazíes. Como mencionamos la semana pasada, la lista es interminable, pero confío en que lo que veremos hoy sirva para motivar al lector para que investigue más sobre las personalidades de nuestra historia y se inspire con el ejemplo de sus vidas.

Rabeinu Gershom “Meor Hagolá” (960 -1040) - Luego de estudiar un tiempo en las Ieshivot de Babilonia encabezadas por los Gueonim, estableció la primera Ieshivá en el Rin, en su ciudad natal de Metz, Francia. Introdujo, con el aval de los grandes rabinos de su época, varias prohibiciones que rigen hasta el día de hoy. Entre las más famosas están la prohibición de la poligamia y la prohibición, bajo pena de excomulgación, de leer correspondencia privada de otro sin permiso.

Rabeinu Shlomo Itzjaki, conocido por sus siglas, Rashi (1040 -1105). Nació en Troyes, Francia. Otros dicen que nació en Worms, Alemania. Es el autor del comentario más importante sobre el Tanaj y Talmud, conocido como el comentario de Rashi. Su comentario facilita la comprensión de los textos para el principiante como también para el estudiante más avanzado. Hasta contiene también una dimensión kabalística. Es fascinante estudiar los comentarios de Rashi desde la óptica del Rebe de Lubavitch, Zi”a, quien, durante más de veinte años, explicaba cada Shabat el comentario de Rashi sobre uno de los versículos de la lectura semanal.

Los Baalei “Tosafot” (1105 -1305). El legado de Rashi fue continuado por varias generaciones por medio de sus yernos y nietos, conocidos como los Baalei Tosafot. Ampliaron el comentario de Rashi por medio de un análisis muy profundo y complejo. La importancia de su obra se ve en el hecho de que sus comentarios, igual que los de Rashi, están impresos en todas las ediciones del Talmud.

Moreinu Harav Reb Meir, conocido por sus siglas, Maharam de Rotenberg (c. 1120 - 1293). Nació en Worms, Alemania. Estudió en la Ieshivot de Francia con los grandes maestros de su época. Fue testigo del quemado público, en 1244, de 24 vagones de manuscritos talmúdicos por orden del rey Louis IX. Volvió a Alemania donde ejerció como rabino en varias comunidades, radicándose eventualmente en la ciudad de Rothenburg, donde mantuvo una Ieshivá en la cual estudiaron alumnos muy ilustres, como por ejemplo, Rabeinu Asher ben Iejiel, el “Rosh”. En el año 1286 fue encarcelado por orden del rey Rodolfo con el objetivo de cobrar un gran rescate, sabiendo que los judíos iban a pagar una gran suma para liberar a su amado y respetado maestro. Rabi Meir prohibió que se pagara el rescate para evitar el secuestro de otros sabios con el objetivo de cobrar un rescate. Eventualmente falleció en la cárcel y no liberaron su cuerpo hasta que catorce años después el rescate fue pagado por Alexander Suskind Wimpfen de Frankfurt, quien pidió que lo sepultaran al lado del Maharam. Efectivamente, en el antiguo cementerio judío de Worms, se pueden ver las dos tumbas juntas.

Rabeinu Asher ben Iejiel, conocido como el “Rosh” (1250?-1327). Nació en Alemania occidental, estudió con el famoso Tosafista, el Maharam de Rothenburg. Se vio obligado a escaparse de las persecuciones en la Europa Cristiana, encontrando refugio en España. Fue invitado a ser el líder espiritual de Toledo donde estableció una Ieshivá en la cual enseñó los métodos de estudio de los Tosafistas. Su hijo, Iaakov es autor de una de las primeras codificaciones de la ley judía, denominada Arba Turim o el Tur, que es usado como referencia halájica hasta el día de hoy.

Rabí Moshé Iserles, conocido por sus siglas, “Ramá” (1525-1573?). Fue Rabino Principal de Cracovia. Escribió un comentario sobre el Shuljan Aruj de Rabí Iosef Caro en el cual señala las opiniones halájicas de la tradición Ashkenazí a diferencia de las fallos en el Shuljan Aruj que están basados en las opiniones de las autoridades Sefaradíes. Es reconocido como la autoridad halájica máxima Ashkenazí. Hoy en día el Shulján Aruj está publicado con el comentario del Ramá intercalado.

Rabí Itzjak Luria, conocido por sus siglas como el Ari Zal (1534-1572). Nació en Jerusalem. Fue educado en el Cairo, bajo el tutelaje del rabino principal de Egipto, Rabí David ben Zimri, conocido por sus siglas como el Radbaz. Luego de dominar los estudios talmúdicos y halájicos, se dedicó al estudio de la Kabalá o misticismo judío. En el año 1569 (aprox.) volvió a Israel y se radicó en Safed, “capital” del estudio y práctica de la Kabalá. Revolucionó la comprensión del judaísmo por medio de su manera de entender y explicar la Kabalá. Es el responsable del gran cambio paradigmático en cuanto a la popularidad y centralización del estudio de la Kabalá, cosa que permitió a las generaciones posteriores hacer frente a las diversas presiones y seducciones de la sociedad.


Israel ben Eliezer, conocido como el Baal Shem Tov, Maestro del Buen Nombre (1698-1760). Nació en el pueblo polaco de Tloste. Fundó el movimiento jasídico que amplió más aún el estudio de los secretos de la Torá. Contó que una vez se encontró con el alma del Mashíaj y le preguntó cuándo venía a lo que le respondió “cuando tus manantiales se extiendan hacia afuera”. Se entiende de esto que el estudio del jasidismo es tanto una “degustación” de las enseñanzas del Mashíaj como también una manera de prepararse y acelerar su llegada.

Algunas reflexiones finales

Es evidente que más allá de ciertas normas de conducta y tradiciones específicas que se distinguen entre los Sefaradim y los Ashkenazim, hay una retroalimentación en el plano de los estudios e interpretación de la Torá, cada uno enriqueciéndose del estilo y método del estudio del otro.

Otra cosa fascinante es que las diferencias reafirman las coincidencias. Durante miles de años el pueblo judío ha pasado por muchas situaciones límite. Ha habido corte de comunicación entre comunidades, pero aún así, los Tzitzit, Tefilín y Mezuzot son básicamente iguales, en Pésaj se conmemora la misma historia en la misma fecha con el mismo orden del Séder, etc. Esto sirve como prueba de que la fuente de nuestras tradiciones milenarias es la misma, que las diferencias son nada más que aristas de la misma piedra.

A fin de cuentas somos un solo pueblo, sirviendo al mismo D-os por medio de una y única Torá y es esa adhesión que nos mantendrá como un solo pueblo y unido.

¡Am Israel Jai!

Nota: Gran parte de las biografías de esta serie fue basada en material publicado en www.chabad.org


Originalmente publicado en el Semanario Hebreo

lunes, 4 de febrero de 2013

¿Sefaradí o Ashkenazi? (II)



¿Sefaradí o Ashkenazi? (II)

Por el rabino Eliezer Shemtov

La semana pasada hablamos sobre algunas de las diferencias halájicas entre los Sefaradim y Ashkenazim. Veamos a continuación una historia fascinante en la cual podemos apreciar el poder de una autoridad halájica y sus fallos.

Diferencia de vida y muerte

Hubo una vez un jasid que tenía una enfermedad que los médicos consideraban terminal. Fue a su Rebe, el “Tzémaj Tzédek” (1789-1866), a consultar qué hacer al respecto. El Tzémaj Tzédek lo mandó a vivir en Israel.

El Jasid hizo aliá y gozó de buena salud por muchos años.

Ante la pregunta de cómo es que vivió tantos años si los médicos habían pronosticado que tenía poco tiempo para vivir, el Tzémaj Tzédek dio la siguiente explicación:

La condición que el hombre tenía está tratada en la Halajá entre los temas que determinan si el animal que tiene dicha condición está considerado inviable y por lo tanto no Kasher, o si es viable y por lo tanto Kasher.

El Rabí Iosef caro, autor del Shuljan Aruj, opina que es Kasher y el Ramá opina que no es Kasher. En otras palabras, el Rabino Iosef Caro considera que la condición no es mortal, mientras que el Ramá opina que sí lo es.

El Ramá es la autoridad halájica máxima fuera de Israel mientras que Rabí Iosef Caro es la autoridad máxima en Israel. Mientras el hombre vivía fuera de Israel, bajo la autoridad del Ramá, su condición era mortal. Al mudarse a Israel, bajo la autoridad halájica de Rabí Iosef Caro, su condición dejó de ser mortal, de acuerdo a la opinión de Rabí Iosef Caro, y por lo tanto pudo vivir tantos años.

En la actualidad

Entre las autoridades halájicas Ashkenazíes contemporáneas más reconocidas está el Rabino Moshé Feinstein, Z”L (1895-1986) cuyas opiniones halájicas fueron publicadas en  Igrot Moshé. La autoridad halájica máxima Sefaradí actual es el Rabino Ovadia Iosef, Shlit”a (Nac.1920), autor de muchos libros de referencia halájica.

Actualmente, el Rabino principal Ashkenazí en Israel es el Rabino Iona Metzger, Shlit”a, y el Rabino principal Sefaradí es el Rabino Shlomo Amar, Shlit”a.


Protagonistas Históricos

Veamos algo sobre la historia de algunas de las autoridades Sefaradíes más conocidas y sus obras:

Rabí Itzjak Alfasi, conocido por sus siglas, Ri”f (1013 -1103). Nació en un pueblo cerca de Fez, Marruecos; de ahí su nombre Alfasi, que significa “de Fez”. Fue uno de los codificadores halájicos más importantes.

Rabi Iehuda Halevi (1075 - 1141). Nació en Toledo. Se escapó a Andalucía donde estudió con su maestro el Ri”f. Escribió muchos poemas cuyo contenido es el anhelo hacia el retorno a Zión. Eventualmente, luego de un viaje muy largo y difícil, hizo realidad su sueño y llegó a Israel. Una de sus obras más conocidas es el libro del Kuzari, en el cual documenta el diálogo entre un rey que buscaba la verdad y representantes del cristianismo, islam y judaísmo. Es uno de los libros de filosofía judía más importantes.

Rabeinu Moshé ben Maimón, “Maimónides”, conocido también por las siglas de su nombre, “Rambam” (1135 -1204). Nació en Córdoba, España. Vivió un tiempo en Fez, Marruecos, y eventualmente se radicó en Fostat, Egipto. Fue nombrado médico personal del Sultán de Egipto. Fue un gran comentarista talmúdico y codificador halájico, además de filósofo y médico de renombre. Es autor de muchos libros, entre los cuales están su codificación del Talmud en su obra Mishné Torá y su libro de abordaje filosófico, el Moré Nevujim o Guía para los Perplejos. Fue enterrado en Tiberíades. En su tumba está tallada: “Desde Moshé (Rabeinu) hasta Moshé (ben Maimón) no hubo como Moshé”. En 1984 el Rebe de Lubavitch, zi”a, introdujo un sistema de estudio diario del Mishné Torá y Séfer Hamitzvot del Rambam. Para más info vea aquí: http://rambamdiario.blogspot.com/p/rambam-diario.html

Rabeinu Moshé ben Najmán, Najmánides, conocido también por sus siglas “Ramban” (1194 -1270). Nació en Gerona, España. Fue Rabino de su ciudad natal y eventualmente de toda la provincia de Catalonia. Se mantenía de su práctica de Medicina. Escribió muchos comentarios sobre el Tanaj, Talmud y Halajá. A los setenta años fue obligado a participar en una disputa religiosa ante el rey Don Jaime I de Aragón. Accedió únicamente con la condición de gozar de plena libertad de expresión. Dicha libertad le fue concedida y durante cuatro días, en presencia del rey, defendió la religión judía contra los ataques de un judío renegado, Paulus Cristians y sus colegas dominicanos. El rey quedó tan impresionado por la sabiduría del Ramban, que lo fue a visitar a la sinagoga el sábado siguiente. Eventualmente fue condenado por los dominicanos por blasfemia y, a la edad de 72, se vio obligado a irse de España. Se fue a Israel donde encontró mucha desolación y gran abandono en cuanto a vida judía se refiere. Trabajó para restablecer las instituciones necesarias para que florezca la vida judía en Israel. Falleció a los 75 años y fue sepultado en Haifa.

Rabí Iosef Caro (1488 -1575). Nació en Toledo, España. A los cuatro años se vio obligado a escaparse con su familia junto a decenas de miles de judíos que fueron expulsados de España. Se radicó en Constantinopla y en 1536 llegó a vivir en Safed, Israel. Entre otras obras, escribió un importantísimo comentario sobre el Tur, denominado Beit Iosef y es el autor del código halájico, el Shuljan Aruj o “Mesa Puesta”, basado en los fallos del Rif, Rosh y Rambam. Fue la autoridad halájica máxima en su generación y hasta el día de hoy sigue siendo la autoridad máxima para los Sefaradim quienes se refieren a él con el título de Marán, o “nuestro maestro”.

Rabeinu Jaim ben Atar, conocido como el “Or Hajaim Hakadosh” (1696 -1743). Nació en Marruecos. Vivió en Algeria, Italia, Aco y Jerusalén donde llegó un año antes de su fallecimiento. Escribió un importante comentario sobre la Torá, denominado Or Hajaim.

Rabí Iosef Jaim de Bagdad, conocido por el título de su obra como el “Ben Ish Jai” (1835-1909). Nació en Bagdad, Irak. Fue muy respetado en su comunidad como también fuera de ella. Publicó varios tomos de sus discursos semanales, denominados Ben Ish Jai. El estilo de sus discursos es una amalgama de las dimensiones Kabalística, Agádica y halájica de la lectura bíblica semanal. Muy a menudo citó las opiniones de las autoridades Ashkenazíes de otros países, para demostrar la importancia de respetar las opiniones de todos los sabios, aun de aquellos con los cuales uno discrepa.

Hay muchos personajes Sefaradíes más sobre los cuales podríamos escribir, pero el espacio nos limita, y como dicen, “para muestra alcanza con un botón”.

Continuará, S.D.Q.

Publicado originalmente en el Semanario Hebreo

Para "¿Sefaradí o Ashkenazi? (1)", clic acá: http://rambamdiario.blogspot.co.il/2013/01/sefaradi-o-ashkenazi.html