viernes, 22 de febrero de 2013

Purim III


Purim III

Por el rabino Eliezer Shemtov

El próximo sábado de noche festejamos Purim en conmemoración de la salvación del pueblo judío del decreto de aniquilación diseñado por el primer ministro persa, Hamán, en el año 357 a.e.c.

Todas las fechas conmemorativas en nuestro calendario las observamos por su actualidad además de su significado histórico, como expresamos en la bendición previo al encendido de las velas de Janucá, como también previo a la lectura de la Meguilá en Purim: “Bendito eres tu, D-os nuestro D-os, rey del universo, quien ha hecho milagros a nuestros antepasados en aquellos días en este tiempo”. O sea, en Purim recordamos los milagros del pasado como también nos concientizamos de los milagros que experimentamos en la actualidad. No hace falta ir tan lejos para ver la actualidad de la historia de Purim cuando vivimos nuevamente bajo la amenaza del “primer ministro” de Persia (Irán), con un nombre muy similar a su antecesor...

Estamos confiados en que de la misma manera que D-os nos ayudó en aquel entonces, también en esta ocasión mereceremos que nos ayude a triunfar.

Cabe detenernos a reflexionar sobre cuál fue la estrategia empleada - exitosamente - por los líderes del pueblo judío en aquel entonces, para aplicar las lecciones a nuestra actualidad.

Identificación de la causa

El libro de Esther que leemos en Purim documenta todos los acontecimientos de aquel entonces. Es el único libro de los 24 libros del Tanaj en el que no aparece el nombre de D-os explícitamente. Toda la historia parece ser un suceso de acontecimientos naturales e intriga palaciega que nada tenían que ver con la intervención Divina.

Pero al leer la historia cuidadosamente uno puede identificar una “mano” detrás de todos los acontecimientos “naturales”. De hecho vemos que cuando Mordejai le pidió a Esther que vaya a hablarle al rey para abolir el decreto, aunque implicaba poner su vida en peligro, ella accedió con la condición de que todo el pueblo judío debía ayunar durante tres días y tres noches, y también ella iba a acompañar el ayuno.

¿Qué tiene que ver el ayuno nacional con ir a interceder ante el rey? Además, ¿no se supone que para hablar con el rey debería estar en sus mejores condiciones físicas? ¿Acaso ayunar tres días seguidos agrega a destacar la belleza de una mujer?

Nuestros sabios explican que Esther entendió que lo que ocurre en el plano terrenal es un reflejo de lo que ocurre en el plano espiritual. El hecho de  que el pueblo judío se encontraba vulnerable físicamente era resultado de su vulnerabilidad espiritual. Ella entendió que antes de intentar arreglar el tema en el plano terrenal había que arreglarlo en el plano espiritual. Una vez que el pueblo judío tomara conciencia de eso e hicieran Teshuvá acompañado por el ayuno, ella estaría en condiciones de intentar arreglar el tema “políticamente”.

Efectivamente, la Meguilá nos cuenta que después de que Esther le habló al rey para invitarlo a un segundo banquete privado junto a Hamán, se perturbó el sueño del rey. Nuestros sabios explican que el rey a que se hace referencia es el Rey del Universo. O sea, D-os mismo se “despertó de su sueño”. En las enseñanzas jasídicas se explica que el “sueño de D-os” es nada más que un eufemismo que describe el comportamiento de D-os que refleja el nuestro. Cuando nosotros nos dormimos en nuestra relación con D-os, D-os mismo se manifiesta como “dormido”. Cuando el pueblo judío se “despertó” lograron “perturbar el sueño” del Rey del Universo...

Esto asienta el antecedente de que cuando uno se encuentra en aprietos, debe preocuparse por fortificarse espiritualmente a la vez que toma medidas de solución en el plano terrenal.

(Me imagino que muchos saltarán a preguntar ¿y qué pasó en el Holocausto? La única respuesta que tengo al respecto, por ahora, es: “No sé”. Pero lo que no sabemos no puede anular lo que sí sabemos.)

Emborracharse

El Talmud# declara que uno tiene obligación de tomar tanto vino en Purim hasta que no sepa discernir entre “Bendito es Mordejai” y “Maldito es Hamán”.

Hay distintas opiniones halájicas en cuanto a cómo cumplir con dicho precepto en la práctica, que van desde los que opinan que la obligación consiste en tomar tanto hasta que uno quede bien embriagado, hasta la opinión que dice que uno debe tomar más de lo que está acostumbrado para que tenga sueño y duerma y de esa manera no estará en condiciones de discernir entre “Bendito es Mordejai” y “Maldito es Hamán”.

Encontramos una opinión muy interesante al respecto que me gustaría analizar aquí hoy.

Hay que tomar tanto vino hasta no darse cuenta que la Guematria (el valor numérico) de las palabras Baruj Mordejai (Bendito es Mordejai) es igual al de las palabras Arur Hamán (Maldito es Hamán).

Surgen varias preguntas al respecto:

1) Cuando uno está borracho es incapaz de hacer cálculos mucho más sencillos. ¿Por qué se usa como prueba justamente ese cálculo?

2) Generalmente, cuando dos palabras tienen el mismo valor numérico, implica que hay una relación “interior” entre ellos. ¿Qué relación “interior” puede haber entre el Bendito Mordejai y el Maldito Hamán?

El Rebe da la siguiente explicación:

El vino representa el aspecto “vitivinículo” de la Torá, la parte secreta de la Torá, o sea la Kabalá y el jasidismo. Al llenarse con ese aspecto de la Torá, uno llega a ver el secreto de las cosas y verá que aun aquel que parece ser un “Maldito Hamán”, tiene el potencial para llegar a ser un “Bendito Mordejai”. No debemos mirar las cosas y la gente simplemente por lo que parecen ser, sino por lo que pueden llegar a ser y ayudarlos a llegar a realizar su potencial.

Las Mitzvot de Purim
Los obligaciones concretas de Purim son:
  1. Escuchar la lectura de la Meguilá una vez de noche y otra vez de día;
  2. Matanot LaEvionim: Dar dádivas  por lo menos a dos pobres;
  3. Mishloaj Manot: Mandar dos tipos de comida por lo menos a un amigo;
  4. Seudat Purim: Comer un banquete festivo durante el día.

Todos estos preceptos tienen como objetivo expresar la unión del pueblo judío, posible gracias a la esencia común a todos.

Hay quienes tienen la costumbre de disfrazarse en Purim. La razón es porque en la historia de Purim D-os se había “disfrazado” y en Purim, como consecuencia del hecho de que los judíos de aquel entonces habían sacado su “disfraz” para reafirmar su condición esencial, lograron que D-os sacara Su disfraz.

Purim empieza este año el sábado 23 de febrero al anochecer y termina el domingo 24 al anochecer.

Por más información, visite nuestra página: www.jabad.org.uy

Originalmente publicado en el Semanario Hebreo

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