Preceptos y Conceptos del Judaísmo
Por el Rabino Eliezer Shemtov
El Jasidismo
El sábado
próximo, 18 de Elul, conocido también como “Jai Elul”, es el aniversario del
nacimiento del fundador del jasidismo, Rabí Israel Baal Shem Tov (1698) y de
Rabí Schneur Zalman de Liadí (1745), fundador de la línea jasídica “Jabad”.
Veamos algo de lo que significan estos dos movimientos.
La palabra
Jasidismo viene de la palabra Jasid o piadoso. La connotación del término es la
siguiente: Según en TAlmud, hay tres tipos de personas, el Rashá o malvado que viola la ley, el Tzadik o justo que cumple la ley y el Jasíd o piadoso que cumple más allá de la exigencia de la ley. Aun
antes del advenimiento del jasidismo hubieron quienes cumplían escrupulosamente
con la ley de la Torá. El
jasidismo introdujo una mayor motivación, basada en una visión más clara e inspirada
del judaísmo. Antes del Baal Shem Tov la gente servía a D-os más bien por temor
a D-os o por temor a las consecuencias. El Baal Shem Tov enfatizó la
importancia y ventaja de servir a D-os con amor y alegría y enseñó cómo
lograrlo.
Más allá de
la caricaturizaciones folklóricas y pintorescas del jasidismo, el jasidismo es
una filosofía de vida que reúne los aspectos más profundos del misticismo judío
junto a sus aspectos más literales y tradicionales. El jasidismo no desvía de
la transmisión milenaria; simplemente le insufla una nueva vitalidad y
dinámica.
Los Albores
Se cuenta
que cuando el Baal Shem Tov era un niño de apenas seis años, su padre, Eliézer,
lo llamó a su lecho de muerte y le dijo: “Recuerda, Isrolik, dos cosas: No
temes a nadie fuera de D-os y ama a cada integrante de tu pueblo como a ti
mismo”. Este legado que su ilustre padre lo dejó al pequeño Israel y que lo
guió durante su vida son los pilares centrales sobre los cuales el jasidismo en
todos sus aspectos y objetivos se sostiene.
A la edad
de 36 el Baal Shem Tov empezó a difundir sus enseñanzas y logró formar un grupo
de alumnos que contaba con las mentes más brillantes de la generación y quienes
encontraron en él una fuente inagotable de las aguas más profundas y
refrescantes de la Torá.
En Rosh
Hashaná 5507 (1746) el Baal Shem Tov tuvo una visión en la cual se encontró con
el Mashíaj y le preguntó cuándo iba a venir a lo que respondió: “cuando tus
manantiales se expandirán hacia afuera.” La implicancia es que las enseñanzas
del jasidismo preparan al individuo y al mundo para la llegada del Mashíaj.
En Shavuot
del año 1760 el Baal Shem Tov devolvió su alma a su Creador. Eventualmente fue
sucedido por su discípulo Rabí Dov Ber, conocido como el Máguid de Mézrich. Cuando él falleció (1772) sus
discípulos se dispersaron por Europa oriental para difundir las enseñazas del
jasidismo. El más joven de ellos, Rabí Schneur Zalman se instaló en su ciudad
natal de Liozna donde estableció su centro de enseñanza.
Jabad
El
jasidismo es una disciplina muy amplia con muchas facetas. Dentro del mundo del
jasidismo hay muchas “cepas” diferentes, cada una con su “gusto”, “color” y
“olor” especial. Cada uno de los discípulos del Máguid enfatizaba uno de los
aspectos de jadsidismo. Hubo quien enfatizó más el valor de la alegría y quien
enfatizó más el valor de la humildad. Lo que distingue la línea de Jabad es lo
que implica la palabra “Jabad”. De hecho no es una palabra, sino una acróstica
de tres palabras hebreas, Jojmá, Biná, Daat, que son las tres facultades
intelectuales que todos poseemos: Sabiduría, Comprensión y Conocimiento. La
idea es que no alcanza con servir a D-os solamente por medio de las emociones o
la fe simple; hace falta involucrar al intelecto y hacerlo participar en el
proceso. De hecho, es muy fácil desarrollar emociones falsas y sin fundamento
si no son cultivadas por el intelecto. En otras palabras, las emociones y la fe
religiosa no deben substituir al
intelecto, sino ser producto y reflejo de ello.
El Tania
El texto
fundacional de la filosofía Jabad es el Tania, escrito por su fundador el Rabí
Schneur Zalman, conocido también como el Alter Rebe. En su introducción
enfatiza que el libro es un compendio de consejos que había dado a sus discípulos
a lo largo de los años. La tradición jasídica dice que el Tania fue escrito con
Rúaj Hakódesh (inspiración Divina) y que cualquier judío a lo largo de las
generaciones que recurriese al Tania en búsqueda de orientación espiritual iba
a encontrarla ahí.
El Tania
está compuesto de cinco “libros”, cada uno de los cuales trata otro tema
central del judaísmo. El primero, Likutei Amarim, habla de la dinámica interna
que implica servir a D-os como judío. El
segundo libro, Shaar Haijud Vehaemuná, habla del vínculo que existe entre el
Creador y la Creación. El tercero, Iguéret Hateshuvá, explica el tema de la
Teshuvá o Retorno en su aspecto más profundo, esencial y personal. El cuarto y
quinto libro es, en realidad, un compendio de cartas escritas por el Alter Rebe
en diversas ocasiones en las cuales explica aspectos muy profundos de temas tan
centrales en el judaísmo como la importancia de la Tzedaká, el fallecimiento y
la importancia de apoyar a los que viven en Tierra Santa.
El
“Corazón” del Tania
El Capítulo
32 de Likutei Amarim, el “corazón” del Tania, denominado así por el valor
numérico de la palabra Lev o corazón, explica el precepto bíblico que todos
citan pero pocos saben explicar: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. ¿Acaso
es posible amar al prójimo como a uno mismo?
El Alter Rebe nos explica que no se trata de mera licencia poética, sino
que es una consigna literal y cómo se puede lograr implementarla.
Jai Elul
Una
perspectiva jasídica de lo que significa “Jai Elul” es “Vitalidad [del mes] de
Elul”. La idea es que lo que aconteció el 18 de Elul, el nacimiento de dichas
dos luminarias, sirvió para introducir una nueva vitalidad en lo que representa
el mes de Elul, el mes de retorno a D-os.
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