domingo, 2 de enero de 2011

¿Tu hijo o tu Plata?
Por Mendy Shemtov

Queridos amigos.

La siguiente historia que les estoy por contar, es una historia de vida real.

La semana pasada, en Johanesburgo, se me acerca alguien en pleno día delante de una multitud de gente y me dice: ¿Tu hijo o tu plata? (!). Gracias a Di-s estamos todos bien, y mi hijo de un mes, Tzémaj duerme en el cochecito a mi lado mientras le escribo estas lineas..

;-)

Pidión Habén, es una de las mitzvot de origen bíblico que no es tan común, ya que se tienen que dar muchas condiciones naturales para que haya la obligación de cumplir con ella. Y aun si te toca cumplirla, probablemente podrás hacerla nada más que una vez en la vida, enfatizando el significado de la bendición de "shehejeianu" que decis al cumplirla.

Pero, ¿de qué se trata esta mitzvá?

El Pidión Habén, o "redención del hijo primogénito", es una ceremonia en la cual el padre de un primogénito varón redime a su hijo al darle al kohén (un descendiente de Aharán) cinco monedas de plata (102 gramos en total), el trigésimo primer día de su nacimiento.

He aquí una trascripción de la conversación entre el padre del niño y el Kohén:

Padre: Mi mujer israelita dio a luz a este varón primogénito.

Kohén: ¿Con que te preferís quedar, con tu hijo primogénito o con las cinco monedas de plata que me debes para redimirlo a tu hijo primogénito?

Padre: Yo quiero este, mi hijo primogénito, y he aquí cinco monedas de plata que te tengo que dar parea su redención.


Para más información sobre esta mitzvá, visite: Jabad.org.uy/PidionHaben

- - - -


Pregunta chocante, ¿no? ¿A quién se le ocurriría semejante idea de quedarse con la plata en vez de su precioso hijo?

Pero, al pensarlo, lamentablemente hay muchos padres, especialmente en el estado de crisis financiero actual, que, sin darse cuenta, sacrifican todo, incluyendo el futuro de sus propios hijos por algo de plata.


La semana pasada, leímos en la Torá sobre el decreto del Faraón de que había que arrojar al Nilo a todos los varones judíos recién nacidos.

El Nilo fue adorado en ese entonces como una deidad. El sustento de vida en Egipto provenía de él y los egipcios lo adoraban como muchos hoy adoran el peso, el dolar el rand y el euro. "¡Arrójenlos al Nilo!" dice el Faraón. Sí, estos pequeños niños, apenas nacen, sumérjanlos en la carrera por el sueldo en vez de enseñarles el código moral Divino delineado en la Torá. Si no empiezan ya de chicos, cuando crezcan ¡no sabrán siquiera usar un calculadora!

Nuestra respuesta al rey egipcio, como también a su reencarnación actual es que en vez de poner énfasis en las carreras futuras de nuestros hijos, pondremos más tiempo y esfuerzo en la educación judía de nuestros pequeños, y así aprovechar los años más formativos e importantes en la vida de los niños para cultivar en ellos un amor y una pasión por su judaísmo, su pueblo y su Di-s.

Cuando el kohén me preguntó "¿tu hijo o tu plata?", fue para mi un momento de reflexión sobre este mensaje y desafío, para comprometerme con la responsabilidad como padre de proveerle a nuestro hijo una educación judía pura e no adulterada, y para pedirle a D-os que nos ayude a mi y a mi esposa a cumplir con nuestro deber con salud, alegría y paz, y ver solamente najes de nuestros hijos siempre. Di-s quiera que siempre festejemos alegrías juntos, Amen.

Lejaim!

2 comentarios:

  1. MazaL Tov Rabino Mendy!!
    Que Tzemach sea un CHAYAL ,que traiga muchas naches al Rabbe ,al tatty , a la mommy, a los abuelos, bisabuelos,tios ,y a todo el pueblo judio!

    ResponderBorrar