viernes, 22 de julio de 2011

La Torá de los Penales



La Torá de los Penales

Por el Rabino Mendy Shemtov

El sábado de noche pasado, a las 22 hs, estuve sentado en el avión con mi familia demorados en la pista de Aeroparque, esperando para que los pilotos terminen de escuchar, o ver, el partido, con la victoria de Uruguay contra Argentina.

Si Muslera no atajaba ese gol, me parece que estaríamos todavía sentados en el avión esperando para que termine el partido...

Lo que me hizo pensar:

El Rebe habló del futbol. Si, el Rebe. Del Futbol.

¿Qué dijo?

El Rebe explicó, que como todo tiene una enseñanza para cada uno de nosotros en nuestro servicio divino, el fútbol también lo tiene. 

La pelota representa el mundo, y hay dos equipos tratando de meter el "globo" en un arco: el arco del bien y el arco opuesto.

Cada uno de nosotros se encuentra en el equipo "celeste", tratando de traer al mundo a una era mas celestial, iluminada, de bondad santidad y Divinidad. Cada Mitzvá que hacemos es un gol en el arco del bien. Cada gol vale. Cada gol puede ser, y es, EL Gol que hará toda la diferencia. 

El otro equipo representa las pruebas y obstáculos que tratan de impedir que logremos mejorar al mundo trayéndolo al arco del bien, y patean hacia la dirección opuesta.

Hay que jugar constantemente, con alerta y energía para asegurar que al "dejar todo en la cancha" triunfemos y traigamos la victoria "Celest"ial, un mundo de paz y conciencia Divina.

El otro día, cuando Uruguay le ganó a Argentina por penales, se me ocurrió lo siguiente:

Es verdad que siempre hablamos de cómo cada mitzva es un gol, y cómo cada gol hace la diferencia. Pero al ganar un partido con penales, me parece, no es tanto - o solamente - los goles que hicimos, sino los goles que atajamos.

En la Torá tenemos "mitzvot positivas", las que nos ordenan hacer esto y lo otro. Y tenemos las "mitzvot negativas", las que nos ordenan abstenernos de tal cosa u otra.

Los goles que metemos, son las mitzvot que hacemos, los goles que atajamos, y no dejamos entrar al arco del mal, son las mitzvot de abstención y protección.

Para traer al mundo a su pefección, o sea al final del partido, es necesario tanto meter y atajar goles. 

¡Tuya, Hector!

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