viernes, 6 de mayo de 2011

Shabat (3)


Preceptos y Conceptos del Judaísmo
Rabino Eliezer Shemtov

Shabat III 


Netilat Iadaim 


Luego del Kidush lavamos las manos de la manera ritual conocida como Netilat Iadaim, volcando agua tres veces sobre la mano derecha hasta la muñeca y tres veces sobre la mano izquierda. Decimos la bendición “Al Netilat Iadaim” y guardamos silencio hasta decir la bendición sobre el pan y comer de ello. La razón por el silencio es para no interrumpir entre la purificación de las manos y el comer del pan en cuyas aras se realizó dicha purificación. Explicaremos el significado de Netilat Iadaim o lavado de manos en otra oportunidad, S.D.Q.


Jalá


En la mesa hay dos panes trenzados y cubiertos, denominados “Jalá” (“Jalot” en plural). La palabra “Jalá” se refiere en realidad al pedacito de masa que la Torá nos manda separar al amasar el pan. Ese pedazo de masa se regalaba al Kohén en la época en que existía el Beit Hamikdash. (Hoy en día se quema.) Hay diferentes costumbres en cuanto a la cantidad de trenzas con las que forman las Jalot. Hay quienes las hacen con tres trenzas en representando los tres patriarcas y hay quienes las hacen de cuatro para recordar a las cuatro matriarcas. Hay quienes las hacen de doce trenzas para recordar los doce panes “de rostro” del templo. 


La razón por la que ponemos dos Jalot es para recordar la doble porción de Maná que caía en el desierto los viernes en honor a Shabat (Ver Exodo, Cap. 16). Son cubiertos de un mantel por abajo y otro por arriba para recordar las capas de rocío que protegían el Maná de abajo y de arriba.


Recordar la historia del Maná nos refuerza la confianza en que nuestro sustento está destinado por D-os y no ganaremos más de lo que nos corresponde trabajando en Shabat.


Hamotzí


Decimos la bendición sobre el pan, Hamotzí Léjem Min Haaretz, y cada uno de los presentes recibe un pedazo. Se remoja en sal y se come, dando así inicio a la cena de Shabat.


Una de las razones por la que remojamos el pan en sal es para recordar el hecho que la mesa “sustituye” el altar del templo.


La palabra hebrea por sacrificio es “Korbán”, cuya raíz etimológica es “Karev” o acercar. El objetivo de los Korbanot en el Templo es acercar o elevar la Creación a un nivel espiritual superior, al involucrar representantes de los cuatro reinos de vida – mineral, vegetal, animal y ser humano - en la realización del mandato Divino. El sacrificio animal (realizado por el hombre) fue generalmente acompañado de una ofrenda de harina, aceite y vino (vegetal) y sal (mineral). La sal en la mesa nos hace recordar que el objetivo de la mesa es similar al del altar: elevar el mundo que nos rodea a un nivel espiritual superior.


Para explicar el tema empezaremos con una pregunta: ¿Por qué creó D-os al hombre de tal manera que tiene que comer para vivir? ¿No podía haberlo creado de tal manera que viva sin la necesidad de comer?


Para responder haremos otras preguntas: ¿Por qué creó D-os al mundo en general? Y ¿Cuál es el rol del hombre en él?


Según Jonás Salk, si todos los insectos desaparecieran de la faz de la tierra, toda vida sobre la tierra dejaría de existir dentro de cincuenta años. En cambio, si todos los seres humanos desaparecieran de la tierra, dentro de cincuenta años todas las formas de vida florecerían.


Parecería, entonces, que no somos tan importantes… ¿O si?


La respuesta que el misticismo judío y el pensamiento jasídico dan al respecto es que el hombre es la pieza más importante de creación ya que D-os creó al mundo porque quiso tener un “vínculo” y es posible tener un vínculo únicamente con otro que puede optar por si o no tenerlo. 


Es por eso que creó al hombre con libre albedrío y le ofreció la posibilidad de tener ese vínculo por medio del cumplimiento de Sus mandamientos. 


Si el hombre pudiese vivir sin comer, si bien podría cumplir con su función de forjar un vínculo con D-os, quedaría todo el resto de la creación excluido de ese vínculo… El hecho que se necesite comer para vivir hace que el vínculo con D-os sea posible gracias a la energía obtenida de la comida que uno comió. Resulta entonces, que por medio de la posterior vinculación con D-os, se vincula y se eleva también a toda la creación.


En otras palabras: el acto de comer no es simplemente algo que uno hace para su beneficio, sino algo que hace para beneficio de la comida que come. (Vease Tania, Caps. 34-36)


La Cena


El menú tradicional consiste de un primer plato de Guefilte Fish o pescado relleno acompañado de ensaladas. Hay varias explicaciones por el origen de este plato. Una es por el hecho que está prohibido “separar” las espinas del pescado (sino que hay que separar el pescado de las espinas) y para evitar errores se sirve pescado molido sin espinas. Otra explicación es que esta receta permite “expandir” el pescado más caro con harina más económica, solución muy práctica para familias necesitadas. El segundo plato consiste habitualmente de caldo de pollo con Knéidalaj (pelotitas hechas de Matzá molida). El tercer plato consiste generalmente de pollo o carne y por último, postre. 


Una de las maneras de honrar el Shabat es por medio del placer y es considerado una Mitzvá comer bien en Shabat. Dicen los “entendidos” que está científicamente comprobado que la comida de Shabat no engorda; engorda lo que uno come de domingo a viernes…. La prueba está que uno que come sólo en Shabat no engorda…. ;-)


Zemirot


Uno de los elementos más lindos de la mesa de Shabat son las Zemirot o canciones tradicionales. Hay comunidades que tienen la costumbre de cantar canciones con letras alusivas a la santidad del día, al anhelo hacia la redención, etc. La costumbre de Jabad es cantar Nigunim o canciones sin letra, ya que la letra es la “pluma de la mente” y la melodía es la “pluma del corazón”. La letra limita; la melodía libera. En Shabat buscamos liberar el alma por medio de los Nigunim…


Dvar Torá


Uno de los elementos centrales de la mesa de Shabat es el Dvar Torá (Divrei Torá en plural) o reflexión sobre algo de Torá, generalmente basada en la Parshat Hashavúa o lectura bíblica de la semana. Es lindo cuando cada uno de los presentes es invitado a participar con su aporte. Si hay chicos en la mesa es una buena oportunidad para aprovechar y darles protagonismo, invitándolos a que compartan en la mesa lo que estudiaron durante la semana. Todos podemos aprender de todos y todos tenemos algo para enseñar…


Rabino.Shemtov@Jabad.org.uy

No hay comentarios.:

Publicar un comentario